Fue una pesadilla rara. Una mujer hermosa le metía agua a mi botella de Chivas Regall. Yo lo descubría y me enojaba con ella, que me observaba extraviada e inconciente del sacrilegio. Luego yo dejaba caer un vaso lleno, y el desperdicio me irritaba todavía más. Más tarde, a mucha gente no le gustaba mi canción, y entonces improvisaba otra, que resultaba peor. Además esta segunda no me gustaba, porque tenía cierto espiritu populista, cierta intención de conformar.
Es todo lo que recuerdo. Fue de lo más interesante del fin de semana.
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mi madre no solo no usa tanga,
ResponderEliminarsi no que a vos te falta mucho danonino
para entenderla.
pero vas en camino con tus chasquibunes.
¡que te sea leve tu necesidad de herir como has sido herido!
seguramente es la hipersencibilidad disfrazada de incensibilidad.
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