Bleh.

Voy a poner Jazz
y te voy a dejar regalarme un orgasmo
entre trago y trago
entre tu sexo y mi whisky
entre la noche y el dia
siempre hay tiempo para más
pero casi nunca hay más
y al final casi siempre estamos solos
y al final siempre entendemos porqué es así.
Y al final, siempre, festejamos la derrota
porque ganar asusta, carajo.
porque ganar es pasar del otro lado.
y porque en este estado,
en estas condiciones,
quien sabe que mierda es cada cosa
donde empiezan o terminan las victorias.

El libro del mal amor (José Sbarra)

Te informo sobre la situación en casa, por si te interesa.
La persiana de nuestro dormitorio se trabó arriba y se niega a bajar.
Las puertas del armario bostezan de noche y de día.
La parte de tu lado de la cama se muere de aburrimiento.
Una banda de polillas insensatas se comió la cortina azul.
Cuelgan de todos los cajones lenguas de trapo sedientas.
Las toallas que olvidaste en el suelo envejecieron precipitadamente.
Los lirios de plástico que habías puesto sobre el calefactor se marchitaron.
No quiero exagerar, pero alguno de los Rolling Stones humedeció
con sus lagrimas la pared donde pegaste el póster.
El cielorraso se descascara pidiendo que vuelvas.
(Y de mi corazón
mejor no hablemos)

No soy

Agujeros en el tiempo, rellenos de palabras como gusanos.
Son difíciles las tardes cuando no se tiene a donde caminar.
Mi leve presencia deambula intrascendente por oficinas, aulas, calles y bares
a veces se infla de whisky, pero carente de peso flota como un globo lleno de nada...
flota sobre todo, sobre todos.
charlas vacías, con gente que me mira y no ve, o que ve otra cosa...
gente que me confunde con algo o alguien que no soy.
miles de palabras que no dicen nada navegan por mis venas, naufragan.
algunas escapan por mi boca, otras sangran, entintando papeles.
Mi corazón dispara cientos de balas que chocan contra la pared de miedos, estallan, me destrozan por dentro... pero no salen.
nada real sale. Nadie jamas me vio.
Mi leve presencia.... no merece nadar en este mar.
Mi ser sigue preso en la vergüenza de saberse tan vulgar... tan normal... y débil.
No vale la pena la verdad.

Los años de la locura, y
la inocencia, y todavía dulce dolor
hubiera atropellado trenes por vos
o por cualquier otra mina
por amor o desamor
o por un polvo, un trago, o un papel
hubiera matado a mis padres por decir ‘no’
quebrado en pedazos
o arrancado con los dientes
el puto dedo acusador de dios

me hubiera enfrentado en pelotas contra el mundo
por cualquier pelotudez
por un abrazo, un beso, un te quiero tuyo,
o de cualquier otra mujer…

Ahora que sé que están muertas
las pocas estrellas que aún puedo ver
que ya ni luz ni negro me queda
solo sombras y tibios reflejos
soy bolsa de hueso, carne y resacas
y es domingo crónico en mi alma
ahora que ya no entusiasma ni existe
amor ni desamor
todo es polvos, y tragos, y papeles
y jugar y entretenerse
hasta que pase el tren…
y me lleve o
pise irremediablemente.

Mujeres

"Estaba constantemente cachondo y me masturbaba continuamente. Le hacía el amor a Lydia y luego por la mañana volvía mi casa y me masturbaba. El pensamiento del sexo como algo prohibido me excitaba más allá de toda razón. Era como un animal aplastando a otro hasta la sumisión. Cuando me corría sentía como si fuera en la cara de todo lo decente, blanca esperma resbalando por las cabezas y almas de mis padres muertos. Si hubiera nacido mujer seguro que hubiera sido prostituta. Como había nacido hombre, anhelaba constantemente mujeres, cuanto más guarras mejor. Y sin embargo las mujeres, las buenas mujeres, me daban miedo porque a veces querían tu alma, y lo poco que quedaba de la mía, quería conservarlo para mí. Básicamente deseaba prostitutas porque eran duras, sin esperanzas, y no pedían nada personal. Nada se perdía cuando ellas se iban. Pero al mismo tiempo soñaba con una mujer buena y cariñosa, a pesar de lo que me pudiera costar. De cualquier manera estaba perdido. Un hombre fuerte pasaría de ambos tipos. Yo no era un hombre fuerte. Así que continuaba bregando con las mujeres, con la idea de las mujeres."

Charles Bukowski. Mujeres, 1978

Crónicas del mar.

Vio el mar por primera vez. En la distancia el mar era azul. Incuestionablemente azul. Sintió la felicidad de comprobar. Corrió desnudo por la arena de una playa sin turistas hasta que las olas le salpicaron la cara. Se detuvo, sospechando algo terrible, tomó entre sus manos un poco de mar. Y lo temido ocurrió. En el hueco de sus manos, el mar dejaba de ser azul, era sólo agua transparente. Acortar la distancia para destruir el encanto.

(J. Sbarra)


Continuará... (pssss... yo, alguna vez)

Sueño con serpientes...

Fue una pesadilla rara. Una mujer hermosa le metía agua a mi botella de Chivas Regall. Yo lo descubría y me enojaba con ella, que me observaba extraviada e inconciente del sacrilegio. Luego yo dejaba caer un vaso lleno, y el desperdicio me irritaba todavía más. Más tarde, a mucha gente no le gustaba mi canción, y entonces improvisaba otra, que resultaba peor. Además esta segunda no me gustaba, porque tenía cierto espiritu populista, cierta intención de conformar.

Es todo lo que recuerdo. Fue de lo más interesante del fin de semana.

Bluebird, Desorden, whisky y polillas.

Bluebird

there's a bluebird in my heart that
wants to get out
but I'm too tough for him,
I say, stay in there, I'm not going
to let anybody see
you.
there's a bluebird in my heart that
wants to get out
but I pur whiskey on him and inhale
cigarette smoke
and the whores and the bartenders
and the grocery clerks
never know that
he's
in there.

there's a bluebird in my heart that
wants to get out
but I'm too tough for him,
I say,
stay down, do you want to mess
me up?
you want to screw up the
works?
you want to blow my book sales in
Europe?
there's a bluebird in my heart that
wants to get out
but I'm too clever, I only let him out
at night sometimes
when everybody's asleep.
I say, I know that you're there,
so don't be
sad.
then I put him back,
but he's singing a little
in there, I haven't quite let him
die
and we sleep together like
that
with our
secret pact
and it's nice enough to
make a man
weep, but I don't
weep, do
you?

Lo que hay en mi corazón es más bien parecido una polilla... y si la dejo salir la desgraciada se inmola a la primera oportunidad. Fundida con el Sol o cabezeando una lamparita, la boluda no sabe distinguir ni le importa mucho... mira y cree que ve, piensa y cree que entiende, se manda a lo kamikaze, y si no la atajo se la pone contra el primer vidrio que encuentra en frente. Despues se deprime y me jode a mi, a mis amigos, me frustra los proyectos, y más de una vez me obliga hasta a ir al médico. Por eso le hecho whisky también, y varias porquerías para tranquilizarla o mantenerla -si bien no feliz- contenta. Para bien o mal, está bastante domesticada. Ya casi no intenta salir, y se limita a aletear un poco cada tanto cuando tiene algún antojo, o para avisarme algo, o romper por gusto las pelotas. Solo algunas miradas, voces, o cualsea la magia secreta en algunas personas, le despiertan el entusiasmo y como que tira a querer escaparse, hasta levanta un vuelo torpe y embiste las paredes buscando la grieta para salir. Ahí entro yo a poner cara de discurso antipánico y estabilizar la situación. Me sale excelente el numerito, rara vez logra hacerse notar. Es bastante triste, lo se... me convertí en mi priopia policia. Per qué más podía hacer? La historia (mi historia) me da la razón: la polilla es una pelotuda. Hace una cagada atras de otra, y si la dejo encima se reproduce y mejor no cuento lo que puede llegar a pasar. Es un bicho jodido, prepotente, caprichoso... no puedo dejarme manejar por él. Claro que el juego de dejarla salir y correr a atraparla es lo más divertido que se me ocurre... pero sería egoísta de mi parte dejarla estrolar contra cualquier cosa, por eso solo practicamos este jueguito en espacios adecuados, lejos de luces que llamen mucho la atención, de obstáculos y peligros. Claro... no es lo mismo... pero temo por su seguridad y la mia, eso me hace cobarde, desde luego.. pero sigo entero, no? En fin. Supongo que de algo hay que morir. A veces pienso en ello y he llegado a creer que quizas sea mejor dejar que elija cómo. Allá ella si decide dejar la vida tratando de acceder al impenetrable corazón incandescente de una bombita de 50w, o atrapada en el plato-trampa de esas putas lamparas a tubo (luz fría, que le dicen) o si prefiere probar suerte volando al pedo hacia una estrella, o que de puro boludear o buscar o esperar alguien le heche Fly... yo que se. Supongo que no sería mi problema, que peor sería dejarla morir adentro, de vieja. NO se. Es dificil ser racional y decidir estas cosas cuando corresponde. El otro día casi se me pianta. La manotié al toque, por suerte. Despues le puse unos tragos para reconciliarme... se quedo contenta, le encanta el buen whisky. Pero más tarde se enojó conmigo y ya sea por venganza o por intentar convencerme se paso toda la noche armando bardo ahi adentro. Flor de quilombo me dejó. Hija de puta. NO entiende que la salve de una muerte tan segura como sin razón. Aunque la verdad es que Todavía no se si hize bien. Quizas era necesario que volara, que se mandara una de las suyas, al menos una vez más, esta vez... todo esta muy aburrido ultimamente, y a mi tambièn me gustaría volar un poco hacia algun lado... aunque el final del viaje llegue antes del primer peaje y casi seguramente en forma en choque multiple con traumatismo de cráneo y lesión cerebral incluìda. Carajo, que esto de que todo ande tan bien y controlado me tiene bastante harto. Al menos ahora tengo buen whisky, eso pone todo mucho menos peor. Bah. Yo que se. Pero basta, que esto ya es demasiado. Al final, en el fondo, lo se... Desorden es mas pelotudo que la polilla. Así nos va.