martes, 19 de mayo de 2009

"Muerte de una siesta" o "Nacimiento de una noche de mierda"...

¿Era sueño o pesadilla eso en que flotaba mi cabeza? Nunca lo voy a saber... porque de repente el bondi clavó los frenos, se sintió un golpe, y algo crujío. Todos saltamos de nuestros asientos, las viejas gritaron, y entonces me desperté.
Pisamos un perro, o algún animal, quizás un niño, o algo así. Su cuerpo aplastado yacía ahora en medio de la avenida Entre Rios, en el centro de una charco de sangre tibia, como mermelada untada en el asfalto.
Las viejas no paraban de gritar, los pendejos lloraban horrorizados en brazos y tetas de sus madres!, alguien -aprovechando el anonimato que brinda el caos general- se tirò un pedo!!. Un guacho que viajaba parado se meo del susto, y el río de pis corria ida y vuelta por las canaletas del piso de goma, oscilando al ritmo del vaivén del bondi asesino. El chofer no paró, supongo que fue un gesto de sensatez.
Llegué al bar de muy mal humor, es una pésima forma de despertarse.