miércoles, 24 de junio de 2009

Minisagas*

Orgullo

Colgó el teléfono con rabia, tomó el maletín, y subió de inmediato a la oficina de su jefe. Pidió permiso para entrar, se sentó, y escuchó mansamente el histérico regaño antes de sacar el fierro y desarmarle el cerebro de un disparo. Esa fue la última vez que le gritó.
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Orgullo bis

Salió tranquilo, ignorando los gritos y el caos. Entró al bar de la esquina y pidió Blenders. Tuvo tres minutos de paz, mientras se acercaban las sirenas. Cuando los vio en puerta, apuró el último trago y, por segunda vez en el día, hizo Feng-Shui con sangre en la pared.
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*Las MINI SAGAS son historias de exáctamente 50 palabras, y hasta 10 de titulo.

6 comentarios:

  1. no caze la del feng shui, si es lo ke pienso. tengo mis 3 minutos d trankilidad, bien

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  2. Si mal no recuerdo, la primera minisaga provocó toda una serie de fantasías sobre que el jefe era un tal Franco y el protagonista era uno mismo. Si es que Franco no fue, justamente, quien la inspiró.

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  3. Dieguito: me alegro de no haber resultado tan obvio como sospechaba.
    El Feng Shui es, básicamente -no se me enojen los amigos misticos ni orientales-, un arte decorativa. Lo que hizo este señor, básicamente, fue decorar la pared con con un bonito diseño a base de sangre y seso.

    Libera: Recuerdo la conversación y las asociaciónes oportunas... pero no la verdad. Sinceramente, no recuerdo quien me inspiro esto, o si fue inspirado siquiera. Deduzco por pura lógica que le debo la idea a mi compañero Fedele, que no deja pasar una mañana sin romperme las pelotas, pero no lo podría asegurar. De cualquier manera, sabemos que todos los jefes son iguales... hasta Franco. Triste, no?

    La segunda si tuvo un motivo claro, y lo recuerdo. Pero no voy a derochar espacio respondiendo algo que nadie pregunto.

    Gracias por los comentarios.

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  4. Estimado Juan, nos pone en la inevitable situación de tener que pedirle que nos cuente.

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  5. siempre traen malos augurios las sirenas,
    cualquiera sea su fisonomía

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  6. Totalmente de acuerdo, Galerai...
    Es asombroso hasta que punto puede proyectarse el paralelismo che... que susto.

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